Breve recordatorio de quien fue D. Ricardo
D. Ricardo fue canónigo
emérito de la catedral de Tui, nacido en Tui, celebró en 2012 los 60 años de
sacerdocio coincidiendo con la jornada del aniversario de la consagración del
Seminario Menor de Tui al Corazón de Jesús y cuando se conmemoraron las Bodas
de Plata, Oro y Diamante de otros sacerdotes de la diócesis de Tui-Vigo.
Ricardo García Fernández fue
un hombre muy querido por los ciudadanos tudenses– D. Ricardo, como era
conocido- con motivo de la efemérides, formulaba al pueblo de Tui y más allá a
Galicia el deseo de: "que Tui no pierda sus raíces históricas y
cristianas". Recordó el día de su ordenación como: "un
hecho extraordinario, pues en el mismo día nos ordenamos 820 sacerdotes en el
estadio de Montjuic, en Barcelona, con motivo del XXXV Congreso
Eucarístico".
Para don Ricardo toda su
experiencia pastoral, en la ciudad que le vio nacer, fue: "rica
y gratificante. Son alegrías y penas ahí centradas". También valoró, en esa ocasión, la Jornada
Internacional de la Juventud y la participación de más de un millón de jóvenes
movidos por su fe. "Ante esto ¿por qué no ver con optimismo y esperanza el
futuro?", se preguntó. La crisis "es más de valores
humanos y cristianos que económica", afirmó D. Ricardo, al que
muchos le llamaban el “Obispo de Tui”, asegurando que la iglesia se está
amoldando a los cambios y "no se ha quedado anclada y está al
día en lo primordial", valoraba en esa ocasión cuando decía
ser optimista, pues "todavía hay hombres que sienten la llamada, como los
seminaristas del Seminario Mayor de Vigo".
D. Ricardo fue un fiel devoto de San Telmo, profesor en
el Seminario, párroco de Tui durante más de cuarenta años, también ejercía como
cóengo emérito de la catedral tudense. “Era una persona encantadora, cercana y
entrañable”, recordaba D.
Avelino Bouzón, canónigo archivero de la catedral tudense y que veía a
diario a don Ricardo.
Don Ricardo manifestaba una profunda devoción por San
Telmo, patrón de Tui y de los navegantes. Vivía intensamente la solemne novena
e incentivó el hermanamiento con las cofradías de las diversas poblaciones que
honran a San Telmo. A quien le preguntaba por el santo, don Ricardo le regalaba
o bien una biografía o bien una imagen del patrón.
D. Avelino recuerda una de las virtudes más desconocidas
del histórico párroco tudense: «Era un hombre que ayudaba mucho a los más
necesitados de una forma muy discreta. Ayudaba a la gente que pasaba
dificultades a pagar las facturas de la luz, el gas...». Hijo de un
guardia civil, nació en Tui en el 1929, y a los once años ingresó en el
seminario tudense, donde fue ordenado presbítero en el 1952. En esa época,
comenzó a ejercer como profesor de latín en el seminario. Además de párroco de
Tui, desempeñó varios cargos eclesiásticos como el de delegado episcopal para
el servicio del clero en el 1969 o el de miembro del colegio de consultores
durante seis años.
Fue un gran comunicador que estuvo activo en Tui, su
parroquia natal, durante más de cuarenta años. Desde su jubilación, se dedicó
en cuerpo y alma al culto del principal templo de la diócesis Tui-Vigo: la
catedral. Se esforzó en el cuidado material del monumento y en la acogida a los
peregrinos que pasaban por el templo en su trayecto hacia Santiago de
Compostela. «Tenía el don de la palabra, comunicaba muy bien», recuerda D. Avelino Bouzón. A sus 88 años, don
Ricardo sufría un proceso diabético grave, junto con varios problemas
cardíacos. Hasta que la enfermedad lo hizo inevitable, iba todos los días a la
catedral.
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