Semblanza de Don Ricardo García Fernández y Homenaje a su persona.
Semblanza de Don Ricardo García Fernández y Homenaje a
su persona.
Cuando va camino de cumplirse el primer aniversario de la muerte de Ricardo García
Fernández, conocido en la ciudad de Tui, y en toda la Diócesis, por Don
Ricardo, el pueblo de Tui y más allá las gentes de la Diócesis de Tui-Vigo y
sus amigos, alumnos, compañeros, ……, se movilizan para recordar la figura del
preclaro tudense que en vida fue y destacó como párroco de Tui, prior de la
cofradía de San Telmo, canónigo de la catedral, delegado episcopal para el servicio
del clero, miembro del colegio de consultores y profesor del seminario,
entre otras muchas cosas.
Y lo hará a través de una iniciativa espontánea y popular,
dos de sus rasgos de personalidad que siempre le adornaron, De esta forma se inicia una colecta entre
todos los que deseen colaborar para conseguir fondos que irán destinados a
sufragar un torso de bronce del recordado párroco y profesor, que será donado
al pueblo de Tui y ubicado en lugar público señalado. Al final de la colecta se
levantará un acta, con el nombre de todos los que hayan participado en la
cuestación (a través de ingreso, transferencia), que será entregada en el
Archivo Histórico Municipal de Tui y en el Archivo Histórico Diocesano de Tui,
con el fin de que quede para la historia y memoria del pueblo.
El Homenaje a D. Ricardo consistirá en un “TORSO EN BRONCE” y una “EXPOSICIÓN
FOTOGRÁFICA DE SU VIDA”, para ello te pedimos que nos ayuden con una
aportación económica, la que se pueda, para llevar a cabo este reconocimiento
permanente a su persona.
Ya se puede depositar
la ayuda en la cuenta:
“HOMENAJE A DON RICARDO”
Nº ES48 2080 5066 7730 4003 5444
ABANCA, sucursal Rúa Compostela, 1 – Tui.
D. Ricardo era un
hombre que tenía una personalidad carismática. Además, en lo religioso, sus
liturgias dominicales, en la Catedral de Tui, eran de una solemnidad teológica
interesantísima, por eso, entre otras cosas, muchos se referían a él como el
Obispo de Tui. A D. Ricardo, también, le gustaban muchas cosas, por ejemplo: Alababa
el trabajo de las fuerzas de seguridad o estaba muy satisfecho y alegre de que
cada año los militares participaran en hacer el Camino de Santiago desde Tui. Con el Concurso de Patrullas Tui-Santiago, que organiza la Brilat de Pontevedra, él disfrutaba y
estaba muy agradecido a la BRILAT, a
la que profesaba mucho cariño, etc.
Don Ricardo fue
hombre que decidió destinar su vida bregando por los valores religiosos bajo
una estricta ética teñida de solidaridad, siempre con alegría al lado de los más necesitados, apoyando a las
familias sin importar dónde, cuándo, cómo, por qué o quién lo demandase, amigo
de los amigos de toda la vida, con la cercanía máxima como divisa irrenunciable
(muchos vecinos le llamaban “O cura dos
pobres”, y esto el pueblo de Tui, sus vecinos de la Diócesis, sus amigos y
alumnos quieren ahora devolvérselo con esta idea. Que en la cuestación popular puedan participar
todos los que lo deseen y que serán incluidos en el acta final. Don Ricardo
amaba al prójimo y a su Tui natal, villa de la que presumía y tenía la medalla
de oro, se le veía pasear por sus calles con su sombrero y la eterna sonrisa,
la humildad y la sencillez como divisas irrenunciables, y esto es algo que todos
los que le conocían o tienen referencias, ….., los tudenses y las gente de la
Diócesis lo tienen en cuenta y más allá del ámbito geográfico sus amigos.
D. Ricardo fue canónigo emérito de la catedral de Tui, nacido en Tui, celebró en
2012 los 60 años de sacerdocio
coincidiendo con la jornada del aniversario de la consagración del Seminario Menor de Tui al Corazón de Jesús.
Ricardo García Fernández fue un hombre muy querido por los ciudadanos tudenses
y del resto de la Diócesis Tui-Vigo. D.
Ricardo, como era conocido, con
motivo de la efemérides, formulaba al pueblo de Tui y más allá a Galicia el
deseo de: "que Tui no pierda sus raíces históricas y cristianas".
Recordó el día de su ordenación como: "un hecho extraordinario, pues en el
mismo día nos ordenamos 820 sacerdotes en el estadio de Montjuic, en Barcelona,
con motivo del XXXV Congreso Eucarístico".
Para don Ricardo toda su experiencia
pastoral, en la ciudad que le vio nacer, fue: "rica y gratificante. Son
alegrías y penas ahí centradas". También valoró, en esa ocasión, la Jornada
Internacional de la Juventud y la participación de más de un millón de jóvenes
movidos por su fe. "Ante esto ¿por qué no ver con optimismo y esperanza el
futuro?", se preguntó. La crisis "es más de valores
humanos y cristianos que económica", afirmó D. Ricardo, al que
muchos le llamaban el “Obispo de Tui”, asegurando que la iglesia se está
amoldando a los cambios "no se ha quedado anclada y está al
día en lo primordial", valoraba en esa ocasión cuando decía
ser optimista, pues "todavía hay hombres que sienten la llamada, como los
seminaristas del Seminario Mayor de Vigo".
D. Ricardo fue un fiel
devoto de San Telmo, profesor en el Seminario, párroco de Tui durante más de cuarenta años, también ejercía como cóengo emérito de la catedral tudense. “Era
una persona encantadora, cercana y entrañable”, recordaba D. Avelino Bouzón, canónigo archivero
de la catedral tudense y que veía a diario a don Ricardo.
Don Ricardo manifestaba una profunda devoción por San Telmo, patrón de Tui y de los navegantes. Vivía
intensamente la solemne novena e incentivó
el hermanamiento con las cofradías de las diversas poblaciones que honran a
San Telmo. A quien le preguntaba por el santo, don Ricardo le regalaba o bien
una biografía o bien una imagen del patrón.
D. Avelino
Bouzón recuerda una de las virtudes más desconocidas del histórico
párroco tudense: «Era un hombre que ayudaba mucho a los más necesitados de una forma muy
discreta. Ayudaba a la gente que pasaba dificultades a pagar las facturas de la
luz, el gas...». Hijo
de un guardia civil, nació en Tui en el 1929, y a los once años ingresó en el seminario tudense, donde fue ordenado presbítero en el 1952. En esa época,
comenzó a ejercer como profesor de latín
y diversas asignaturas: Lengua española, …., en el seminario. Ejerció, también,
el cargo de “formador” en El
Seminario. Además de párroco de Tui,
desempeñó varios cargos eclesiásticos como el de delegado episcopal para el servicio del clero en el 1969 o el de miembro del colegio de consultores
durante seis años.
Fue un gran comunicador
que estuvo activo en Tui, su parroquia natal, durante más de cuarenta años.
Desde su jubilación, se dedicó en cuerpo y alma al culto del principal templo de la diócesis Tui-Vigo: la catedral. Se esforzó en el cuidado material del monumento y en la acogida a los peregrinos que pasaban
por el templo en su trayecto hacia Santiago de Compostela. «Tenía el don de la palabra,
comunicaba muy bien», recuerda D.
Avelino Bouzón. A sus 88 años, don Ricardo sufría un proceso diabético
grave, junto con varios problemas cardíacos. Hasta que la enfermedad lo hizo
inevitable, iba todos los días a la catedral.
Los organizadores, miembros del pueblo y amigos de D.
Ricardo, ponen en conocimiento de todos aquellos que quieran sumarse a este bello recuerdo a la figura de tan
singular canónigo el número de cuenta para que puedan ir aportando sus donativos para conseguir hacer realidad la
iniciativa, para que Don Ricardo siga estando entre sus vecinos, los
visitantes y peregrinos que pasan por Tui y sus amigos y ex alumnos, valiéndose
de la pieza escultórica que lo inmortalice y que se levantará en lugar señalado
de esta Eurociudad tudense.
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